Capítulo 5 - Fijación y ajuste de los niveles de salario mínimo

5.3 Necesidades de los trabajadores y sus familias

Para que sean provechosos, los salarios mínimos tienen que fijarse en un nivel que permita sufragar las necesidades de los trabajadores y sus familias, teniendo en cuenta los factores económicos.

Determinar con precisión si las tasas salariales en vigor son suficientes para satisfacer las necesidades de los trabajadores y sus familias puede ser una tarea formidable. En primer lugar, las necesidades de los trabajadores y sus familias no pueden considerarse en abstracto, sino que deben entenderse en relación con el nivel de desarrollo económico y social de un país, teniendo en cuenta las opiniones de los interlocutores sociales. En segundo lugar, que un salario mínimo sea suficiente o no para cubrir las necesidades de una familia dependerá del tamaño de ésta, por lo que la situación de cada trabajador será diferente. Y dicha situación también dependerá de cuántos miembros del grupo familiar ganan el salario mínimo, y del costo de la vida a nivel local.

Por todas estas razones, habría que asegurar niveles de vida de un mínimo suficiente aplicando de forma combinada tasas salariales mínimas y medidas de orden social. En todo caso, se pueden utilizar algunos puntos de referencia a efectos de fijar los salarios mínimos.

Estimación de las necesidades absolutas y las necesidades relativas

Es posible hacer estimaciones absolutas de las necesidades de los trabajadores y sus familias a partir de la estimación del costo medio de un estilo de vida básico pero decente, para un trabajador y su familia, lo cual se logra adicionando los gastos de alimentación, vivienda y por otros conceptos esenciales, como la salud, la educación de los niños y la participación en la vida social de la comunidad. Tal es el enfoque que suele adoptarse para estimar las líneas de pobreza nacionales1 o los umbrales del "salario digno".

Las necesidades relativas y las líneas de pobreza relativas se definen como proporción (a veces, el 60 por ciento) de los ingresos medios de los hogares. Las líneas de pobreza relativa captan mejor el costo de la inclusión social y la igualdad de oportunidades en un período y un espacio determinados y por lo general son las que se prefieren en las economías más desarrolladas.

Ajustes con respecto al aumento de los precios

El aumento del nivel general de los precios y del costo de la vida es el criterio que se considera con más frecuencia para decidir los ajustes del salario mínimo. Esto se debe a que la inflación reduce el valor real de los salarios mínimos a medida que transcurre el tiempo. Un indicador que permite recoger los cambios en los precios es el índice de precios al consumidor (IPC). Este índice sigue la evolución temporal de los precios de una canasta de bienes y servicios comprados por los consumidores. El IPC está bien arraigado en la mayoría de los países. Las cifras mensuales suelen estar disponibles con considerable rapidez.

Sin embargo, puede darse que algunos países publiquen IPC diferentes. Por ejemplo, hay los que optan por calcular un IPC centrado en los hogares más pobres, ya que éstos se encuentran entre los grupos más propensos a ser afectados por el nivel del salario mínimo. En particular, este IPC reviste un interés especial en los casos en que los precios de los alimentos aumentan más rápidamente que los precios promedio, ya que los hogares pobres suelen gastar una mayor parte de sus ingresos en alimentos.

Habida cuenta de que la inflación de períodos anteriores no va necesariamente a repetirse en el futuro, una alternativa consiste en utilizar una previsión de tasa de inflación futura. Sin embargo, como ocurre con la mayoría de las previsiones, las estimaciones de la inflación futura son por lo general diferentes de las tasas de inflación efectivas. Es posible entonces introducir a posteriori un "ajuste correctivo" para los casos en que las estimaciones son significativamente diferentes de las tasas efectivas.