Capítulo 7 - Seguimiento de los efectos de los salarios mínimos

7.9 Efectos en las finanzas públicas

Las finanzas públicas

A veces, los salarios mínimos se han descrito como una herramienta de política conveniente para la reducción de la pobreza y la justicia social, ya que su aplicación no requiere un gasto público significativo (Cunningham, 2007) . Sin embargo, los aumentos del salario mínimo pueden tener efectos colaterales no deseados que afectan a las finanzas del gobierno.

Hay tres nexos principales con las finanzas públicas:
  • Uno se refiere a que todo aumento del salario mínimo puede provocar un incremento de la masa salarial del sector público, particularmente cuando las escalas salariales públicas se calculan como un múltiplo del mínimo. En algunos casos, este nexo directo – y el temor a sus consecuencias – ha impedido que aumente el salario mínimo.
  • Una segunda complicación surge cuando diferentes aspectos de la protección social, como las pensiones básicas, o los subsidios de incapacidad o de maternidad, se vinculan automáticamente al nivel de los salarios mínimos. Así, por ejemplo, la pensión básica se puede fijar en el 75 por ciento de la cuantía del salario mínimo. En la práctica, esto significa que la jubilación y otras prestaciones se ajustarán al alza cada vez que haya aumentos del salario mínimo.
  • Un tercer nexo se refiere a la relación inversa, y se establece cuando los gobiernos complementan los bajos salarios con prestaciones relacionadas con el trabajo y condicionadas a la verificación de medios, que se han concebido para abordar los problemas de la pobreza de los hogares entre los trabajadores con salarios bajos. Los gobiernos que los aplican se ven confrontados entonces a la gran tentación de aumentar el salario mínimo para reducir el volumen financiero de las transferencias de asistencia social que se destinan a los salarios más bajos.
Si bien es cierto que estos nexos pueden revestir un cierto interés, por diversas razones, conllevan el riesgo de que la seguridad social incurra en aumentos de costos potencialmente insostenibles cuando el salario mínimo se ajuste al alza. Si el mínimo se incrementa más rápido que los salarios medios con el fin de reducir la desigualdad salarial, el gasto del sistema de la seguridad social termina por crecer más rápido que su base de ingresos, la cual depende de la evolución de los ingresos reales.

Marinakis y Velasco (2006, página 13) , por ejemplo, señalan que en el decenio de 1980 la caída del valor real del salario mínimo en Argentina y Brasil estaba de hecho orientada fundamentalmente a disminuir el déficit presupuestario mediante la reducción del gasto de la seguridad social. Así, algunos países han optado por desvincular el aumento de las prestaciones sociales con respecto al incremento del salario mínimo.