Capítulo 8 - Salarios mínimos para los trabajadores domésticos

8.7 Factores económicos en el sector del trabajo doméstico

En cuanto a otros sectores, algunos de los indicadores en los que se basan los factores económicos del sector del trabajo doméstico son el porcentaje de trabajadores afectados por un aumento del salario mínimo, el impacto de este aumento en la masa salarial y la relación (ratio) entre el salario mínimo y el salario medio (véase el capítulo 5).

En el caso del trabajo doméstico, estos indicadores se definen con arreglo a la capacidad de pago del empleador. Para determinar la capacidad de pago, es indispensable identificar con precisión al empleador (el hogar) y determinar qué proporción del presupuesto familiar puede destinarse a la contratación de trabajo doméstico (véanse las Notas Técnicas 1, 2 y 3).

¿Quién es el empleador?

En este sector, los empleadores son los hogares. En lugar de evaluar sus recursos utilizando una hoja de cálculo con cuentas de pérdidas y ganancias, se basan en el presupuesto familiar. En este sentido, la capacidad de pago de los empleadores de trabajadores domésticos se basa en los ingresos del hogar (véanse las Notas Técnicas 1, 2 y 3).

En los gráficos 1 y 21 se utilizan datos sobre el ingreso de los hogares de Namibia y Filipinas para mostrar que los trabajadores domésticos son contratados por las familias más ricas, en una medida desproporcionada (véase la Nota Técnica 1).

También es posible calcular el porcentaje del gasto de los hogares que se destina a la contratación de trabajadores domésticos. Este ejercicio es similar al cálculo de la masa salarial de una empresa (véase el capítulo 5). El gráfico 3 muestra el porcentaje del ingreso de los hogares destinado al empleo de trabajadores domésticos en Costa Rica. Si bien el porcentaje del ingreso de los hogares dedicado a la contratación de trabajo doméstico varía en función de la cuantía de dicho ingreso, se puede estimar que, en promedio, los hogares gastan alrededor del 4 por ciento de su ingreso en la contratación de trabajo doméstico.

En el cómputo de estos análisis también es importante tener en cuenta tanto los costos salariales como las cotizaciones sociales que los empleadores deben pagar.

También se utilizan los datos sobre los ingresos de los hogares, dado que la productividad del trabajo – calculada a partir de las estadísticas de las cuentas nacionales – no puede ser computada para el sector del trabajo doméstico de la misma manera que para otros sectores, como la manufactura.

En el sector de la producción manufacturera, por ejemplo, la productividad del trabajo se calcula como el valor de producción del sector menos el valor de los insumos utilizados para alcanzar esa producción.

El trabajo doméstico no es el único sector que se ve confrontado a estas dificultades, ya que también se plantean dificultades similares en el sector público2 (véase el capítulo 5). En todo caso, es posible utilizar otros indicadores para evaluar el impacto económico potencial que tendría un aumento del salario mínimo para los trabajadores domésticos. Se trata, por ejemplo, del porcentaje de los trabajadores domésticos que se verían afectados por un nivel de salario mínimo particular (es decir, el porcentaje de trabajadores domésticos que ganarían menos que el nivel propuesto), y del impacto que este incremento podría tener en los salarios medios practicados en la economía y en el salario medio del sector del trabajo doméstico.

Garantizar la solvencia de los empleadores

A menudo se plantean preocupaciones acerca de la capacidad de los hogares para pagar salarios más altos a su personal doméstico. Con frecuencia se dice que, en la práctica, muchos empleadores son también trabajadores que ganan un salario mínimo. Por ello, la aplicación de un aumento excesivo del salario mínimo podría provocar la pérdida del empleo o de una parte del número de horas trabajadas por el personal doméstico, y/o un aumento de las horas de trabajo no declaradas. Esto se ve agravado por los altos niveles de actividad informal en el sector y por la escasa capacidad de las instituciones para garantizar el cumplimiento de las normativas. En realidad, al establecer un salario mínimo, las autoridades y los interlocutores sociales deberían buscar el equilibrio entre las necesidades de los trabajadores y sus familias, por una parte, y la capacidad de los hogares para pagar el salario mínimo.

Como muestra la información proporcionada en estas páginas, los datos sobre los hogares pueden ayudar significativamente a la identificación de un nivel adecuado de salarios en los países donde se establecen salarios mínimos a nivel sectorial. Para afrontar las situaciones en que se plantean dudas acerca de la solvencia de los hogares de menores ingresos, con respecto a los sistemas de fijación de salarios mínimos sectoriales o de ámbito nacional, varios países han establecido o promovido el establecimiento de centros de cuidado infantil y de atención de personas mayores cuyo costo es por lo general más asequible para estos hogares que el costo de la contratación de personal doméstico.

En países como Francia y Bélgica, el trabajo doméstico es subvencionado por el Estado, lo que hace posible el pago de un salario mínimo que satisface las necesidades de los trabajadores y sus familias. Así, estos países han garantizado la protección de una categoría laboral que suele ser vulnerable, a saber, los trabajadores que prestan servicios esenciales a cientos de millones de hogares en todo el mundo3.

Gráfico 1. Empleo de trabajo doméstico en Namibia, 2012, por ingreso disponible de los hogares empleadores


Fuente: Estudio encargado por la OIT. Budlender, D.: Wages and conditions of work of domestic workers in Namibia, 2013.

Gráfico 2. Empleo de trabajo doméstico en Filipinas, 2009, por ingreso disponible de los hogares empleadores

Fuente: OIT: Domestic Workers in the Philippines: Profile and Working Conditions (Ginebra).

Gráfico 3. Porcentaje del gasto de los hogares destinado al pago de servicios de trabajo doméstico en Costa Rica, 2013, por decil


Nota: Los deciles dividen un grupo en diez partes. En este gráfico, por ejemplo, el primer decil se refiere al 10 por ciento más pobre de los hogares, mientras que el décimo decil se refiere al 10 por ciento más rico de los hogares.

Fuente: Estudio encargado por la OIT. Trejos, J. D.: The application of minimum wages in the domestic work sector in Costa Rica, 2015.

1 Los datos recopilados mediante las encuestas de hogares no siempre dan cuenta de la magnitud de la fuerza de trabajo empleada en el trabajo doméstico y tampoco del volumen de tiempo de trabajo que estas personas dedican a su empleo, debido a los altos niveles de trabajo y de horas de trabajo que no se notifican a las autoridades.

2 Atkinson, T.: Atkinson Review: Final report. Measurement of government output and productivity for the National Accounts (Palgrave MacMillan, Nueva York, Estados Unidos, 2005).

3 OIT: Remuneración en el trabajo doméstico. Nota de información 1, serie Notas de Información sobre Trabajo Doméstico (Ginebra, 2010).