Cartera de notas de orientación de políticas sobre la promoción del trabajo decente en la economía rural

Extensión de la protección social a la economía rural

Actualmente la protección social constituye una parte integrante del programa de desarrollo y reducción de la pobreza en muchos países. Entre las máximas prioridades figuran las políticas e iniciativas destinadas a extender la protección social a las personas que no están atendidas por los sistemas existentes: en su mayor parte, trabajadores de la economía informal y la economía rural. Habida cuenta de que la pobreza y la vulnerabilidad suelen ser fenómenos característicos de las condiciones de vida de las poblaciones rurales, la protección social puede ser una herramienta muy pertinente en materia de políticas. Las inversiones en protección social pueden ayudar a las poblaciones rurales mejorando su acceso a la atención de salud y la licencia de maternidad, asegurando que reciben la ingesta alimentaria adecuada, permitiéndoles disfrutar de por lo menos un nivel mínimo de ingresos, velando por que adquieran una educación de calidad, y promoviendo y facilitando su incorporación a un empleo decente y productivo. De este modo, esas inversiones han contribuido a reducir la pobreza y la vulnerabilidad, a promover el empleo decente y productivo para todos y a fomentar un crecimiento incluyente. La presente nota de orientación de políticas proporciona información sobre los ámbitos de actuación que deberían tenerse en cuenta en una política de protección social en la economía rural, poniendo énfasis en el enfoque de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) basado en la promoción de diversos instrumentos normativos.